
SOBRE EL AUTOR: J.A. PÉREZ ES UN SAZONADO EVANGELISTA MISIONERO Y AUTOR DE VARIOS LIBROS QUE HA PLANTADO IGLESIAS Y VIAJADO AMPLIAMENTE PREDICANDO EL EVANGELIO DESDE MUY JOVEN. SUS CRUZADAS HAN GUIADO A MILES A UNA RELACIÓN PERSONAL CON JESUCRISTO. EL Y SU ESPOSA JUNTO A SUS TRES HIJOS, RESIDEN EN UN SUBURBIO DE LA CIUDAD DE SAN DIEGO EN CALIFORNIA, DESDE DONDE SE COORDINAN TODOS LOS ALCANCES DE LA ASOCIACIÓN. MÁS INFORMACIÓN SOBRE SUS ESCRITOS Y ALCANCES PUEDE SER ENCONTRADA EN: WWW.JAPEREZ.ORG
Este parece ser el tema del cual más libros se han escrito y más se venden en tiendas y librerías, seculares y cristianas, baja la sombrilla cristiana o de superación personal.Todos estos apelan a un muy común deseo del ser humano y la mayor parte de ellos aun cuando son dirigidos a diferentes mercados, parecen tener sus concejos basados en muy similares raíces.Varias preguntas rodean este tema, como ¿Existe la Felicidad?, ¿Quiere Dios que yo sea Feliz? ¿Qué es la Felicidad?
Engañosos sentimientos de gratificación.
Hace poco tiempo pude leer un escrito de una persona cristiana, la cual había logrado el sueño americano. Ella escribe: “Le doy gracias a Dios por toda la Felicidad que me está permitiendo vivir. Mi esposo y yo estamos viviendo nuestro sueño… después de haber trabajado muy duro toda la vida hemos logrado retirarnos, nos hemos ido a vivir frente a la playa donde paso mis días disfrutando del abundante sol y coleccionando caracoles”.
Verdaderamente, es muy agradable vivir frente al mar y disfrutar del sol y coleccionar caracoles, pero… ¿Trae esto verdadera Felicidad? ¿Es ese el propósito para el cual te puso Dios en esta tierra… o todavía hay algo mejor?
Hace tiempo, también pude leer las notas de una mujer retirada, y dice así: “Gracias a Dios, mi esposo y yo pudimos retirarnos, y estamos muy Felices de poder ahora en nuestra vejes realizar nuestro verdadero sueño. Mi esposo y yo nos hemos venido a vivir a una pequeña aldea en Centro América, aquí pudimos fundar un orfanatorio, donde diariamente podemos ministrar a las necesidades de muchos niños abandonados por sus padres, huérfanos, u otros que sus familias ya no les pueden cuidar a causa de la pobreza. Es increíble el gozo que esto trae a nuestras vidas… el hecho de poder ser usados por Dios y ser parte de su plan para estas pequeñas criaturas”.
Como puede ver. Esta segunda persona menciona algo que la primera no pudo mencionar. Esta dice estar Feliz, pero también dice experimentar gozo.
La diferencia entre estas dos mujeres es sencilla.La primera basa su Felicidad en aquello que le trae gratificación a su persona. Tomar el sol y coleccionar caracoles le hacen sentir bien a ELLA. Ella es el centro de su mundo.
La segunda basa su Felicidad en la oportunidad que Dios le ha dado de poder servir a otros. Ella no piensa en sí misma. Ha puesto el bienestar de otros primero y a cambio ha recibido algo mucho más profundo que un sentimiento de Felicidad… Esto se llama gozo y no puede ser creado con cosas que nos hagan sentir bien. Gozo es mucho más. Proviene de Dios, y solo Dios lo puede dar. Es algo que trata con nuestro espíritu y va mucho más allá de nuestro intelecto.Yo propongo lo siguiente:1-“Si por buscar cosas terrenales o lograr metas finitas algunos confiesan ser Felices, cuanto más “Feliz” será aquel cuya vista está puesta en las cosas celestiales. Las celestiales producen gozo y esto es superior a Felicidad”Pablo nos dice: “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”. Colosenses 3:22- “Si la felicidad consiste en tener paz interior (como muchos han escrito)… ¿Podrá entonces la Felicidad existir fuera de aquel único capaz de poder conceder esa paz interior?
Jesús dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Juan 16:33Para resumir.
Creo que existe cierto egoísmo cuando ponemos nuestra felicidad por encima de muchas otras cosas, el hecho de preocuparnos tanto por nuestra felicidad indica que pensamos mucho en nosotros mismos.
También creo que es más noble cuando pensamos en la felicidad (y el bienestar) de otros. Al hacer esto descentralizamos la atención de nosotros mismos y comenzamos a ponerla en el prójimo… y Dios que lo ve todo nos premiará con algo mejor lo cual no es perecedero, no depende de circunstancias o de procesos mentales, pero sí viene a cambio del servicio, cuando este se hace de todo corazón. Esto se llama gozo.
“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”. Romanos 15:13
Que Dios os llene de todo gozo es mi oración.
J.Armando Pérez
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